Última actualización el 4 de noviembre de 2021 por Forest Master
Ahora que la efervescencia del verano se ha calmado y el jardín empieza a convertirse en una cascada de dorados, marrones y amarillos, es posible que haya observado una gran variedad de pequeños mamíferos, aves y bichos que aprovechan el follaje otoñal para alimentarse.
Tal vez haya visto ardillas correteando por las ramas, erizos crujiendo entre las hojas o pájaros dándose un festín con las bayas rojas y brillantes de nuestros árboles y arbustos autóctonos.
Nuestros jardines son refugios vitales para la fauna salvaje -desde zorros hasta abejas- y es crucial fomentar una mayor actividad animal siempre que sea posible en su jardín.
En este artículo le explicaremos qué puede hacer para fomentar la actividad animal en su jardín con nueve consejos de jardinería respetuosa con la fauna.
¿Por qué son importantes los jardines para la fauna?
Según el Wildlife Gardening Forum, el 87% de los hogares británicos tienen jardines de distintos tamaños, lo que equivale a unos 23 millones de jardines que cubren un espacio de aproximadamente una quinta parte del tamaño de Gales. Esta cobertura es mayor que cualquiera de nuestras reservas naturales juntas.
Por desgracia, una parte considerable de este espacio ajardinado se ha perdido en favor de superficies duras (como patios y hormigón), lo que, junto con el cambio climático, ha contribuido a un considerable agotamiento del hábitat.
Con una porción tan considerable de espacio disponible en nuestros jardines, es fácil ver cómo incluso el más sutil de los cambios puede marcar una diferencia considerable para nuestras especies silvestres autóctonas.
Erizos, topillos, ranas, tritones y murciélagos están en declive en el Reino Unido; de hecho, un informe publicado en 2020 muestra que hasta una cuarta parte de nuestras especies silvestres autóctonas están al borde de la extinción.
El paisajismo respetuoso con la fauna silvestre consiste en restablecer el equilibrio en beneficio tanto de los animales como de los habitantes. Al fin y al cabo, si reflexionas detenidamente sobre cómo gestionar tu fauna, podrás cosechar los beneficios de ver cómo muchas especies se benefician de tu espacio exterior cuidadosamente construido.
Como regla general, ten en cuenta que la vida animal y vegetal, al igual que nosotros los seres humanos, necesita cuatro cosas para prosperar:
- Comida.
- Agua.
- Refugio.
- Un lugar para criar.
Incluso la más pequeña de las alteraciones puede contribuir a la lucha contra la destrucción del hábitat y la extinción de la vida salvaje.
1. Crear una fuente de agua
Dicen que el agua es la creadora de la vida, y un estanque es un regalo increíble para la fauna, que atrae a ranas y sapos, tritones y libélulas, pero también a pájaros y otros pequeños mamíferos en busca de un bocado o algo de beber.
Si no dispone de espacio para un estanque grande, siempre puede utilizar un cubo enterrado, un abrevadero o incluso una bañera o lavabo viejos; siempre que la fauna tenga vía libre para entrar y salir del agua, cualquier opción es buena.
Si busca algo un poco más grande, es buena idea colocar rocas y piedras alrededor de los bordes del agua a modo de refugio -esto en sí mismo también puede atraer a lombrices, serpientes y otros lagartos autóctonos- e introducir plantas como nenúfares y hornwort para evitar que el agua se estanque.
Considere también la posibilidad de alejar el estanque de la luz solar, ya que el calor y la luz solar pueden aumentar las algas y otros microbios que agotan el oxígeno.
2. Alimentar a los pájaros
Las aves son un componente crucial de la ecología de su jardín debido a su preferencia por alimentarse de las plagas del jardín y a su papel como polinizadores.
Al crear cajas para pájaros y zonas aisladas para el consumo de agua y comida, les estarás proporcionando los requisitos nutricionales que necesitan para prosperar, algo especialmente crucial para nuestras aves invernantes, como el petirrojo y el pinzón vulgar.
Coloque las cajas en lugares altos y resguardados para proteger a los pájaros de los depredadores, como gatos, rapaces y zorros.
En primavera, ofrezca piensos ricos en proteínas, como bolas de grasa y gusanos de la harina. Los frutos secos y las semillas, como los cacahuetes y las pipas de girasol, son ideales durante el invierno.
3. Visitantes nocturnos
Aunque no esté despierto para presenciarlo, su jardín rebosará vida durante la noche.
Zorros, tejones y ciervos son más activos durante este periodo. Y algunas flores de floración nocturna, como la onagra, atraen a las polillas polinizadoras, que a su vez atraen a una de las dieciocho especies de murciélagos autóctonos.
También puede ayudar a nuestra población de murciélagos reduciendo la iluminación artificial del jardín, ya que puede interferir en la capacidad de los murciélagos para ver los objetos que encuentran a su paso, aumentando así la probabilidad de que vuelen hacia los obstáculos que encuentran en su camino.
Antes, los erizos eran uno de los visitantes nocturnos más comunes del jardín, pero su número ha descendido a niveles alarmantes y ahora se consideran vulnerables.
Una de las principales razones de su alarmante declive es la pérdida de hábitat y de fuentes de alimento disponibles, vinculada a una agricultura cada vez más intensiva y a la dificultad de acceder a zonas con abundancia de alimentos.
Una de las cosas que puedes hacer es crear un hueco apto para erizos en tu valla o muro para dar a estos bichitos la libertad de encontrar comida y lugares seguros para hibernar.
Esto también es beneficioso para las poblaciones de anfibios -que suelen estar activos por la noche- en busca de alimento y una fuente de agua.
4. Plantas trepadoras
La hiedra, en particular, es muy útil para la fauna. Las semillas y las flores son fuentes eficaces de polen y alimento.
También ofrece protección durante todo el año para pájaros e insectos. Las clemátides y algunas especies de rosales también son excelentes opciones si buscas trepadoras atractivas.
El uso de enrejados y vallas tejidas para sus trepadoras puede ser también un cortavientos ideal contra las fuertes corrientes de viento, ya que permite que el viento pase a través de ellas, evitando así las corrientes de viento turbulentas que pueden destruir flores, plantas y hábitats más delicados.
5. Dejar crecer la hierba
Las especies animales en el Reino Unido han disminuido un 41% desde los años 70, en parte debido a la pérdida de hábitats y a la creciente urbanización, y los hábitats de hierba larga están disminuyendo rápidamente a medida que aumenta la demanda de céspedes prístinos.
Así que, ¿por qué no dejar el cortacésped en el cobertizo y dejar que el césped se recupere durante un tiempo? Las estadísticas demuestran que dejar crecer parte del césped y cortarlo sólo una vez cada cuatro o seis semanas, da a las plantas de hierba corta, como el trébol y las margaritas, la oportunidad de florecer. Esto es beneficioso para las poblaciones polinizadoras de escarabajos, mariposas, abejas y avispas.
6. Atraer a las minibestias
Los insectos desempeñan una función vital en nuestro entorno. Hasta el 75% de los cultivos y flores dependen de insectos como abejas, mariposas, polillas y escarabajos para distribuir el polen.
Muchos insectos, como ya hemos comentado, son fantásticos en el jardín y le devuelven su amable hospitalidad ocupándose de bichos problemáticos y otras plagas, o simplemente como medio de alimentación para pájaros y mamíferos.
Si dejas en el jardín montones de piedras y rocas, palos, ramitas y madera podrida, estarás creando un hogar para todo tipo de bichos como escarabajos, hormigas, gusanos, arañas, mariquitas y muchos más.
Ten en cuenta que los insectos pasan por varias fases en su ciclo vital -por ejemplo, una larva de mariquita suele ser mucho más larga y prácticamente irreconocible que su homóloga adulta-, así que si no estás familiarizado con un insecto, tómate tu tiempo para investigar y familiarizarte con los insectos beneficiosos y no tan beneficiosos de tu jardín.
7. Crear un montón de compost
Un montón de compost es una fantástica adición a tu espacio exterior. Al crear compost rico en nutrientes para utilizarlo en todo el jardín, puedes crear un próspero ecosistema biológico microscópico, que proporcionará un hábitat ideal para lombrices, cochinillas y otros insectos beneficiosos, e incluso ciertos anfibios y lombrices lentas.
Sin embargo, para evitar atraer alimañas y otros visitantes no deseados, asegúrate de que sólo compostas residuos naturales como productos de papel, recortes de hierba y cáscaras de huevo. Evita los huesos, la carne cocinada, el aceite y la grasa, y todo aquello que pueda ser un buen manjar para las alimañas.
8. Parches de flores
A estas alturas, todos sabemos por qué es tan importante que los animales, las aves y los insectos tengan acceso al polen de una gran variedad de plantas y flores.
Las flores tienen una gran variedad de aromas, colores y diseños, y muchas de ellas, como las dedaleras, los cosmos y las rosas, son las favoritas de abejas y mariposas, y además tienen la ventaja añadida de tener un aspecto y un olor maravillosos cuando están en flor.
Aunque es importante cultivar una amplia gama de flores desde la primavera hasta el otoño, siempre es mejor optar por especies autóctonas, siempre que sea posible.
Buenos ejemplos de ello son la campanilla, la centaurea común y la prímula.
Notas finales
Hacer pequeños cambios en su espacio exterior puede suponer una gran diferencia para la biodiversidad del Reino Unido, que ha sufrido considerablemente en las últimas décadas.
Dado que los jardines y los espacios al aire libre de propiedad privada constituyen una parte tan grande de nuestra extensión verde en este país, es absolutamente vital que aprovechemos la oportunidad para hacer estos, y muchos otros, pequeños cambios para ayudar a nuestro ecosistema en su recuperación.
